López Obrador se vuelca con Assange y pedirá a Biden exonerar al fundador de WikiLeaks

El presidente mexicano, que el año pasado ofreció asilo al ‘exhacker’ australiano, le alaba como “el mejor periodista de nuestro tiempo”

El caso Julian Assange ocupa periódicamente un capítulo de la acción exterior del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Este martes el presidente mexicano ha anunciado que pedirá a su homólogo estadounidense la exoneración del fundador de WikiLeaks. El asunto, sin embargo, es en estos momentos especialmente apremiantes por dos razones. En primer lugar, exhacker australiano se enfrenta a una probable inminente extradición de Reino Unido a Estados Unidos después de que las autoridades británicas aceptaran la semana pasada la solicitud de Washington. A eso se añade que en julio López Obrador tiene previsto un encuentro con Biden en la Casa Blanca para tratar y, además de la agenda bilateral, ha prometido abordar también la situación procesal de Assange.

No es la primera vez que el mandatario mexicano lo intenta. Ya lo hizo, sin éxito, en la recta final del mandato de Donald Trump. En su opinión, se trata de “un preso de conciencia injustamente tratado”. “Su delito, entre comillas, fue denunciar violaciones graves de derechos humanos en el mundo, además, de la intromisión del Gobierno de Estados Unidos en asuntos internos de otros países. Eso fue lo que hizo Assange”, ha manifestado durante la conferencia de prensa matutina. El informático se enfrenta a 18 cargos, que incluyen el de espionaje, por las publicaciones de WikiLeaks sobre los abusos en Guantánamo y en las guerras de Afganistán e Irak, información clasificada y cables diplomáticos.

Por esta razón, López Obrador le ha calificado como “el mejor periodista de nuestro tiempo, en el mundo”. “Ha sido un muy injustamente tratado, peor que un delincuente. Es una vergüenza para el mundo el trato que le han dado a este periodista”, ha proseguido. “Yo quiero plantear que sí, voy a pedir al presidente Biden que se atienda este asunto, estoy consciente de que va en contra de grupos duros, severos, que hay en Estados Unidos como en todos los países, pero también debe prevalecer el humanismo”, ha insistido. La extradición del exhacker puede, en cualquier caso, demorarse por el recurso interpuesto por su defensa.

El presidente, que ha instado también a Naciones Unidas a pronunciarse, así como “todas las organizaciones en defensa de los derechos humanos”, ha recordado que “México le abre las puertas a Assange”. Su Gobierno ya ofreció protección a Assange en más de una ocasión. “Está enfermo y sería una muestra de solidaridad, de fraternidad, el permitirle que recibiera asilo en el país que Assange resolviera vivir, incluido México”, lanzó a principios de enero López Obrador. Sin embargo, ese ofrecimiento no se pudo concretar entonces ni podría ahora traducirse en un asilo formal porque su situación procesal todavía no está resuelta, explicó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien lo circunscribió en “un tema de procedimiento”.

El mandatario mexicano y el estadounidense se verán en julio a pesar del desaire de la novena Cumbre de las Américas, a la que López Obrador no quiso asistir porque los representantes de Cuba, Venezuela y Nicaragua no fueron invitados. La petición de exoneración de Assange es parte del mismo capítulo de la agenda internacional del presidente, que busca liderar un bloque de Gobiernos de izquierdas o antiestablishment en América Latina. La incorporación del colombiano Gustavo Petro, con su triunfo en las elecciones del pasado domingo, le da mayor peso regional a esas posiciones. Aun así, y a pesar de la buena relación entre México y Estados Unidos, Biden no ha dado señales por el momento de estar abierto a exonerar al fundador de WikiLeaks.