Hay muchas cosas que pueden pasar entre nuestros días y el futuro, pero la aparición de un nuevo sistema de transporte que sea rápido y sostenible al mismo tiempo es una de ellas. Este sistema tiene nombre desde 2013, cuando Elon Musk lo llamó Hyperloop, pero no se espera que existan rutas hasta, por lo menos, el año 2030. La idea es poder viajar a mil kilómetros por hora con un quinto modo de transporte que se una a los trenes, barcos, aviones y coches, para hacer posible enlazar Madrid con Lisboa en apenas media hora o Barcelona con París en 90 minutos escasos.

Históricamente, los desarrollos en el ferrocarril de alta velocidad se han visto obstaculizados por las dificultades en el manejo de la fricción y la resistencia del aire, que se vuelven sustanciales cuando los vehículos se acercan a altas velocidades. El concepto de vactrain elimina teóricamente estos obstáculos al emplear trenes que levitan magnéticamente en tubos evacuados (sin aire) o parcialmente evacuados, lo que permite velocidades de miles de kilómetros por hora.

Fue en 2016, cuando los altavoces pronunciaron con acento inglés el nombre de su equipo, tras el preceptivo “the winner is”, en la competición que organizó en Texas el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, para revolucionar los viajes interurbanos con velocidades sin precedentes. El concepto de Hyperloop se hizo muy popular en 2013 gracias a un artículo de 58 páginas elaborado por Musk en el que puso el grito en el cielo al apercibirse de la intención de construir un (presunto) “tren bala” en California.

Seguiremos de cerca actualizaciones de esta innovación de Elon, pero hasta el momento sabemos que si se alcanzan los resultados esperados, en esta década se desplegarán las primeras líneas de hyperloop con fines logísticos y de transporte de pasajeros en partes de Europa.